Dolor musculoesquelético: mitos, realidades y lo que debes saber

Dolor musculoesquelético: mitos, realidades y lo que debes saber

Una guía práctica para comprender el dolor musculoesquelético, los mitos comunes y encontrar el apoyo que funcione para usted.

El dolor suele aparecer sigilosamente. Un día, sientes la espalda tensa después de una larga tarde de pie. Otro día, es tu cuello el que no gira como antes. Intentas quitártelo de encima, culpando a tu forma de dormir o diciéndote que es parte de la edad.

Pero cuando la incomodidad persiste, cuando el dolor se convierte en algo en lo que piensas a diario, empieza a afectar más que solo tu cuerpo. Cambia tu forma de moverte, tu descanso e incluso tu nivel de compromiso con tu vida diaria.

Si algo de esto te suena familiar, no estás solo. El dolor musculoesquelético afecta a millones de personas cada año, a menudo de forma sutil y frustrante. Y aunque es increíblemente común, también suele malinterpretarse.

En las siguientes secciones, analizaremos más de cerca las causas fundamentales del malestar musculoesquelético, abordaremos algunos mitos persistentes y brindaremos información sobre cómo lograr alivio.

¿Qué es exactamente el dolor musculoesquelético?

El El sistema musculoesquelético es más que la estructura de tu cuerpo: es lo que te ayuda a estar de pie, moverte, levantar objetos, estirarte y mantener el equilibrio. Está compuesto de huesos, músculos, tendones, ligamentos y tejido conectivo, todos trabajando en equipo. Ya sea que estés paseando al perro, cargando la compra o simplemente trabajando, este sistema te mantiene en movimiento y erguido.

Cuando algo en ese sistema no funciona correctamente, puede manifestarse como molestia o dolor. A veces, este dolor es agudo o localizado; otras veces, es difuso y generalizado. Puede intensificarse al moverse o permanecer en un segundo plano. En algunos casos, está ligado a un evento específico. En otros, se presenta gradualmente, sin un origen claro.

¿Cuándo el dolor musculoesquelético se vuelve crónico?

No todos los dolores musculoesqueléticos se resuelven rápidamente. En algunas personas, las molestias persisten, a veces durante meses o más. Cuando el dolor reaparece o dura más de tres meses, se considera crónico y puede afectar todo, desde el sueño y el estado de ánimo hasta la comodidad en las actividades diarias.

Hablemos de los mitos

En esta sección, exploramos cinco mitos comunes sobre el dolor musculoesquelético y cómo comprender la verdad puede ayudarlo en su camino hacia el alivio del dolor.

1.      “El dolor musculoesquelético sólo afecta a los ancianos”.

2.      “El dolor significa que algo anda muy mal”.

3.      “El descanso es la mejor solución”.

4.      “El dolor musculoesquelético es simplemente 'parte del envejecimiento'”.

5.      “Si el dolor persiste, nunca desaparecerá”.

Mito n.° 1: “El dolor musculoesquelético sólo afecta a los ancianos”.

Verdad: Si bien el envejecimiento puede aumentar el riesgo, el dolor musculoesquelético no discrimina por edad. De hecho, personas de todas las edades, incluyendo niños, adolescentes y adultos jóvenes, pueden experimentarlo.

Estudios recientes destacan esta realidad. A 2024 Un estudio realizado en Brasil reveló que aproximadamente el 27 % de los niños y adolescentes reportaron dolor musculoesquelético incapacitante durante el mes anterior, siendo el dolor de espalda la queja más frecuente. De igual manera, Una investigación del Generation R Study en los Países Bajos reveló que el 23,3% de los niños de 13 años reportaron dolor musculoesquelético, y una parte significativa experimentó síntomas crónicos.

En conjunto, estos hallazgos subrayan la importancia de considerar el dolor musculoesquelético como una preocupación a lo largo de la vida, no solo en los adultos mayores. En poblaciones más jóvenes, factores como los niveles de actividad física, los hábitos sedentarios y los factores de estrés psicosocial pueden influir. Reconocer que este tipo de dolor puede afectar a personas de cualquier edad es esencial para una intervención oportuna y un manejo más eficaz a largo plazo.

Mito n° 2: “El dolor significa que algo anda muy mal”

Verdad: El dolor tiene una forma de captar nuestra atención, como se supone que debe ser. Pero eso no siempre significa que haya un problema grave oculto. Lo cierto es que el dolor es una experiencia compleja. A veces se manifiesta por un daño tisular, como un esguince de tobillo o una fractura. Otras veces, se trata más bien de la sensibilidad del cuerpo o de que el sistema nervioso esté en alerta máxima.

Por ejemplo, podrías sentir un dolor de espalda persistente mucho después de que se haya curado una distensión leve. Esto no significa necesariamente que algo siga lesionado. En cambio, tu sistema nervioso podría ser extra protector, enviando señales de dolor incluso cuando no hay daño persistente. La inflamación, el estrés, lesiones pasadas e incluso la seguridad o el apoyo que sientes pueden influir en cómo se manifiesta el dolor en tu cuerpo.

Comprender que el dolor no siempre equivale a daño puede ser empoderador: abre la puerta a diferentes tipos de atención y apoyo, más allá de simplemente buscar algo “malo” para arreglar.

Mito n°3: “El descanso es la mejor solución”

Verdad: Cuando se sufre de dolor musculoesquelético, es natural pensar que descansar es la mejor manera de recuperarse. Y justo después de una lesión aguda, un descanso breve puede ser beneficioso. Sin embargo, la inactividad prolongada puede dificultar el proceso de curación.

Los períodos prolongados de descanso pueden provocar debilidad muscular, rigidez en las articulaciones y reducción de la circulación, lo que puede exacerbar el dolor y retrasar la recuperación. Las investigaciones indican que realizar movimientos suaves, como estiramientos, caminar o ejercicios de bajo impacto, puede ayudar a reducir las molestias y mejorar la función.

Comprender que el movimiento, en lugar del descanso prolongado, suele ser la mejor vía para la recuperación, le permitirá tomar medidas activas hacia la sanación. Consulte siempre con un profesional de la salud para determinar el nivel de actividad más adecuado para su afección específica.

Mito n.° 4: “El dolor musculoesquelético es simplemente una parte natural del envejecimiento”.

Verdad: Es cierto que nuestro cuerpo cambia con la edad: las articulaciones pueden endurecerse, la masa muscular tiende a disminuir y es posible que no nos recuperemos tan rápido como antes. Pero eso no significa que todo el dolor musculoesquelético sea una consecuencia automática o inevitable del envejecimiento.

De hecho, Las investigaciones muestran que muchos de los dolores y molestias que comúnmente se atribuyen al envejecimiento están más estrechamente relacionados con cosas como la disminución de la actividad física, la reducción de la fuerza muscular o la mala postura a lo largo del tiempo.

Comprender que el dolor musculoesquelético no es simplemente "algo con lo que hay que vivir" a medida que uno envejece permite a las personas tomar medidas proactivas (como mantenerse activo, desarrollar fuerza y ​​buscar atención médica adecuada) para mantenerse móviles y cómodos durante toda la vida.

Mito n°5: “Si el dolor persiste, nunca desaparecerá”.

Verdad: Cuando el dolor persiste, puede parecer que algo va mal para siempre. Es fácil preocuparse de que simplemente tendrás que "vivir con ello". Pero el dolor crónico no significa un dolor incurable, y ciertamente no significa el fin de las opciones.

El cuerpo y el sistema nervioso son increíblemente adaptables. Si bien el dolor a largo plazo suele ser complejo, condicionado por diversos factores, desde la inflamación hasta el estrés y lesiones previas, también puede responder con el tiempo a nuevas estrategias. Estas pueden incluir movimientos de apoyo, atención plena, un mejor sueño y, cada vez más, herramientas innovadoras como Parches portátiles para aliviar el dolor.

Los wearables no invasivos, como el parche Signal Relief, están ganando popularidad por su potencial para reducir las molestias sin necesidad de medicamentos ni procedimientos invasivos. Están diseñados para apoyar los ritmos naturales del cuerpo, reducir la tensión física o interrumpir el procesamiento cerebral de las señales de dolor . Y aunque no funcionan igual en todos, muchas personas los encuentran útiles para el manejo del dolor.

Entonces, ¿qué causa realmente el dolor musculoesquelético?

No hay una única respuesta, pero hay algunos puntos en común:

  • Uso repetitivo o uso excesivo (piense en: largas horas frente a una computadora o cargar una bolsa pesada en un hombro)

  • Lesiones agudas (como un esguince de tobillo o un tirón muscular)

  • Mala postura o alineación

  • Estrés emocional (sí, el estrés puede tensar los músculos o agravar la tensión)

  • Desgaste por envejecimiento o actividad intensa

  • Estilo de vida sedentario

  • Problemas circulatorios o de señalización nerviosa que influyen en cómo se siente el dolor en el cuerpo.

En muchos casos, el dolor musculoesquelético crónico puede surgir de una combinación de factores, como lesiones previas, esfuerzos repetitivos o hipersensibilidad del sistema nervioso. A menudo, no se trata de un daño persistente, sino de cómo el cuerpo procesa las señales. Esto no significa que el dolor no sea real. Todo lo contrario. El dolor crónico suele requerir un enfoque más amplio y holístico.

¿Por qué es importante comprender el dolor musculoesquelético?

El dolor musculoesquelético puede ser impredecible, frustrante y agotador. Comprender qué implica realmente el dolor musculoesquelético y distinguir entre la realidad y la ficción sobre sus causas es un primer paso fundamental para gestionar tu bienestar diario de forma más eficaz.

Si bien esta comprensión no te dará todas las respuestas, te dará mayor claridad para hacer las preguntas correctas y explorar qué funciona mejor para tu cuerpo. Ya sea que estés probando nuevas formas de moverte, explorando herramientas como el Parche de Alivio de Señales , hablando con tu profesional de la salud o simplemente aprendiendo a escuchar a tu cuerpo, cada paso cuenta. No existe una solución universal, pero hay muchas maneras de ayudarte a sentirte más cómodo, con más control y de nuevo como tú mismo.

 

Tabla resumen: Mitos y verdades sobre el dolor musculoesquelético
Mito Verdad
1. “El dolor musculoesquelético sólo afecta a los ancianos”. El dolor musculoesquelético puede afectar a personas de todas las edades, incluidos niños,
adolescentes y adultos jóvenes. Los estudios muestran tasas significativas de dolor en
poblaciones más jóvenes, a menudo vinculadas a los niveles de actividad y al estilo de vida.
2. "El dolor significa que algo anda muy mal." El dolor no siempre es sinónimo de daño. Puede ser resultado de un aumento
sensibilidad del sistema nervioso, lesiones pasadas, inflamación o estrés, no
necesariamente del daño actual.
3. “El descanso es la mejor solución”. El descanso a corto plazo puede ayudar con las lesiones agudas, pero la inactividad prolongada
A menudo retrasa la recuperación. El movimiento suave favorece la curación al
Mejorando la circulación, la flexibilidad y la fuerza.
4. "El dolor musculoesquelético es simplemente una parte natural del envejecimiento". La inactividad, y no solo la edad, juega un papel importante. Mantenerse activo y fuerte
Puede ayudar a prevenir o controlar el dolor.
5. "Si el dolor dura, nunca desaparecerá." El dolor crónico puede mejorar con el tiempo. Con las estrategias adecuadas...
movimiento, sueño, manejo del estrés y herramientas de apoyo a largo plazo
El dolor a largo plazo puede volverse manejable o incluso desaparecer.